Lecciones de ciencias políticas en “The Godfather”

Roberto Ponce CorderoMarch 30, 2017April 10, 2017Cine, Español, Política

Jamás entenderé cómo The Godfather, la brillante película de Francis Ford Coppola (1972) que inauguró no sólo la mejor trilogía cinematográfica de la historia sino que también, en buena medida, inauguró de golpe el cine hollywoodense contemporáneo (hasta por lo menos el 2001), está solamente en el segundo lugar de la lista “IMDB Top 250” (después de The Shawshank Redemption, un excelente filme que aparentemente es idolatrado un poco más de la cuenta, al menos en mi opinión, por una o dos generaciones ya, pero seguido por The Godfather Part II [1974], en lo que es un reconocimiento al poder del universo de The Godfather por fuera de la primera entrega de la serie). Quizás también me extraña que tenga (al igual que Shawshank, por cierto) nada más 9,2 puntos sobre 10… cuando, según yo, y en mi percepción de lo que piensan tanto los críticos como los espectadores sin ínfulas intelectuales, se trata de un 10 perfecto e indiscutible. Me equivoco, evidentemente, y no puedo menos que hacerlo al ser tan hiperbólico en mi admiración, pero lo cierto es que The Godfather constituye un hito del séptimo arte y, de hecho, de la historia norteamericana reciente.

En esa calidad, se trata de uno de esos textos fílmicos que permiten una miríada de aproximaciones y, también, una amplia gama de lecturas. Se le puede entrar por el lado técnico, de la perfección en la fotografía, en la actuación, en el vestuario, en el guión, en la banda sonora, en la edición, en la dirección como línea general; se puede hacer análisis de su importancia como documento blockbuster fundacional; se puede abordar su manera de mostrar el funcionamiento de la mafia como consorcio, más allá de la moral y de todo lo que es “personal”; se puede ir por el lado de las trabas que se le pusieron a Coppola para dirigirla y cómo él, en una versión en esteroides del auteur francés, salió triunfante de la brega y casi que él solito cambió el rumbo del cine de su país y, por lo tanto, del mundo; se puede ver cómo la peli nos habla, realmente, de Nixon y de sus oscuras maquinaciones en la época de Watergate.

Es por la última aproximación, por la política, por donde yo prefiero discutir The Godfather, al menos en el artículo al que lleva el link de más abajo, publicado por la gran revista ViceVersa y en el que se dibujan los contornos de cuatro arquetipos de villanos o antihéroes políticos que nos ha dejado esta clásica obra y cuyos pares reales actualmente, en la práctica, dominan el mundo.

Lecciones de ciencias políticas en The Godfather

Qué días estos en los que nos ha tocado vivir, en los que se extraña la villanía tradicional, sujeta a códigos éticos abominables pero comprensibles, de un Vito Corleone…

(Crédito de imagen de thumbnail: http://www.dailymail.co.uk/news/article-2832567/This-house-die-Godfather-mansion-renovated-market-nearly-3-million.html. Crédito de imagen de inicio de post: http://godfather.wikia.com/wiki/Tom_Hagen).